08 octubre 2013

Embryonic setup

Nueve meses de instalación... Nueve meses de transferencia continua de azúcares, vitaminas, oxígeno o anticuerpos desde la madre a esa nueva personita en ciernes.

Entra ya en www.latostadora.com/byribosoma y llévate este nuevo diseño de "by ribosoma · biological designs", disponible en gran cantidad de modelos y colores.


02 octubre 2013

Símbolos matemáticos

Él es un símbolo muy tímido... Y muy pudoroso... Si llega a saber que le iban a sorprender desnudo nunca se hubiera quitado sus "boxers". ¿Quizás los cogió la incógnita x para lavarlos? Parece que no… No están entre la colada…

Consigue ya estos divertidos diseños de "by ribosoma · biological designs" entrando en www.latostadora.com/byribosoma.
 
 

17 septiembre 2013

El hilo invisible

Ha sido extraño… Y maravilloso… Verlo ahí dentro por primera vez con la sensación de que no era la primera… Era como si le conociera, como si le reconociera… Porque era un poco yo sin ser yo… Era como si una parte de mi se hubiera escapado de mi para siempre para estar allí dentro, para luego estar fuera. Y sin embargo era como si estuviésemos unidos por un hilo invisible…

Y ella… Ella estaba preciosa.
 

09 septiembre 2013

Las colonias de Escherichia coli

Érase una vez una placa de Petri con unas colonias de E. coli tan pequeñas que más que colonias parecían perfumes… De este comentario nació un pseudochiste que dio lugar a un post en este rincón que mutó para materializarse en un diseño de “By ribosoma · biological designs”: "las colonias de Escherichia coli". Aqua porina, Flagel Nº5, Eau de Prokariot y Go To Toilette son las sugerentes fragancias que nunca faltan en el tocador de la procariota. Hazte ya con este diseño en la tienda de “By ribosoma · biological designs”.

06 septiembre 2013

Huellas de mamíferos ibéricos

Desde hace unas semanas, “by ribosoma · biological designs” sacó a la venta un diseño con las huellas de los mamíferos ibéricos con el propósito de convertirse en un referente.

¿El ciervo? Está. ¿La rata de agua? Está. ¿El lirón gris? Está. ¿El oso? Está. Descubre ya el nuevo diseño en el que las huellas están a escala o, en su defecto, reducidas a una proporción indicada. Disponible con los nombres vulgares o con los nombres científicos. Disponible para fondos oscuros o para fondos claros. No dejes pasar esta oportunidad. Consíguela en la tienda de “by ribosoma · biological designs”.

22 agosto 2013

Aquelarre fúngico

Un grupo de brujas se reúnen en torno a un caldero una noche de luna llena… Una trompeta de los muertos (Craterellus cornucopioides), una falsa oronja (Amanita muscaria) y siete hechiceras más componen el corro. Ya puedes adquirir este diseño en la tienda de “By ribosoma”.

21 agosto 2013

Haciendo honor a su nombre

Más allá de las almenas del castillo de Tabernas se extendía el paraje desértico homónimo y, a sus pies, revoloteaba un bello libelúlido del género Sympetrum, probablemente. El calor era asfixiante pero iba a merecer la pena…


Íbamos a emprender el descenso hacia el pueblo cuando un águila culebrera (Circaetus gallicus) comenzó a acercarse vertiginosamente hacia la fortaleza. Mayúscula fue nuestra sorpresa cuando vimos que, haciendo honor a su nombre, llevaba en el pico un ofidio que bien podría ser una culebra de escalera (Rhinechis scalaris). Majestuosa, la rapaz viró hacia el sol y se perdió más allá de nuestras pupilas deslumbradas.



Imágenes recortadas y retocadas en PhotoShop

23 julio 2013

Borrosu

Borrosu. Mitad borrón, mitad osu. Ahí donde en la foto se ve un borrón, yo les aseguro que hay un oso pardo (Ursus arctos).


En un rincón del Parque Natural de Somiedo (Asturias) pudimos ver al plantígrado dos veces en una tarde. En la primera ocasión, yo le vi durante un segundo y tres décimas (décima arriba, décima abajo). En la segunda, durante unos diez segundos.

Pese al deleite, el sabor del recuerdo es sólo agridulce. Las decepcionantes instantáneas que capté pudieron optar a ser mejores pero tuvieron que conformarse con la mediocridad.

Pasadas ya varias semanas del glorioso momento, propiciado sin ningún atisbo de duda por Borja y Juanjo, queda la satisfacción de que muchos pudieron disfrutar del osu gracias a nuestro telescopio, aunque fuera durante un puñado de décimas de segundo. Y eso deja huella.

 


Fotografía del oso recortada y retocada con PhotoShop

16 julio 2013

Rebecos en la nieve

Vistos hacia horas los lagos de Saliencia y dejando atrás la panorámica que nos había hecho disfrutar del lago del Valle, volvíamos por la vega de Camayor cuando un contratiempo nos hizo perder, si no ganar, algo más de una hora.


Caminábamos a buen paso bajo el sol estival cuando los ojos avizores del más joven de la expedición vieron como un numeroso grupo de rebecos (Rupicapra pyrenaica) se alejaba conforme avanzábamos. Mayúscula fue nuestra sorpresa cuando los bóvidos se situaron, aunque lejos, frente a nosotros.

El deleite llegó cuando un puñado de alevines comenzó a travesear y cabriolar en la nieve sin descanso. Y más allá de las lentes de las cámaras, del telescopio, de los prismáticos, nuestras retinas viajaron años atrás y nos sentimos niños mientras nuestra risa brillaba.

12 julio 2013

Corre hacia la luz...

Un cloroplasto encerrado en un televisor... Su futuro pasa por correr hacia la luz pero está asustado... Si te gustó "Poltergeist", "By ribosoma" te ofrece una alternativa biofriki con dos divertidos diseños tanto para fondos claros como oscuros.

11 julio 2013

Ensamblando subunidades...

De unos garabatos cerebrales vespertinos nació una idea que hoy se ha materializado. “By ribosoma” es un proyecto de tres que comienza con mucha ilusión, un proyecto lleno de  imaginación y de creatividad.

¿Por qué “By ribosoma”? Porque no podría llamarse de otra manera.

Ribosoma es el abanderado organular de esta bitácora que comenzó a navegar hace más de siete años.

Ribosoma es el más humilde de todos los orgánulos, presente en todas las células. Nuestros diseños aminoacídicos originan peptídicas camisetas de temática biológica, en su mayoría.

Ribosoma, por último, porque cada uno de nuestros trabajos viene codificado por una secuencia de tripletes: esto es un proyecto de tres.

Y en ese gran cosmos que es la célula, no podría haber encontrado a dos mejores compañeros para que ambas subunidades ribosómicas se ensamblaran y comenzaran a producir.

08 julio 2013

A la sombra de un almendro

El destino ha hecho que el rincón haga de nuevo un hueco al allozar familiar… Un asunto funesto nos hizo ayer descubrir que la vida siempre se abre camino. Aunque un vencejo (Apus apus) descansa, de momento, como la Eloísa de Jardiel Poncela, una caja nido, otrora olvidada, hervía de vida a la sombra de un almendro (Prunus dulcis). 

Apostábamos que los nuevos propietarios del nido serían herrerillos (Cyanistes caeruleus) pero una espera frente a él dejaba patente que estábamos equivocados. Mis queridos carboneros (Parus major) eran los afortunados padres de los pollos de nuestra caja. 

11 junio 2013

Los abejarucos del allozar

Vivir en un palacete a las afueras de Madrid tiene muchas ventajas... Una de ellas es acercarte, en menos de un cuarto de hora, a alguna de las tierras de la familia de la señora de la casa. Y si esa tierra, hogar de almendros (Prunus dulcis), es sobrevolada por mis queridos abejarucos (Merops apiaster), la ventaja se convierte en deleite.

A la sombra de un olivo (Olea europaea) se hizo más cómoda y discreta el principio de una investigación de nidos y posaderos que espero dé sus frutos con el tiempo. Mientras tanto, me llevo en la mochila este trío de fotos y el eco de uno de los más bellos reclamos.


02 junio 2013

Garabatos

Camino a casa, un escribano montesino (Emberiza cia) se perfilaba en el lienzo del atardecer. Quien sabe si su silueta a contraluz, a contraocaso, se posó para dar fe de un crepúsculo garabateado con imaginación y creatividad, deseoso de dejar atrás el humo del miedo y de la tristeza. 

18 mayo 2013

Los aspavientos de un ebrio

a mi abuelo
dice el mochuelo: “voy, voy, voy…”

Nunca lo había visto tan cerca y la emoción llevó a que mis brazos empezaran a hacer aspavientos, a la vez que detenía el coche a escasos metros de él. Quizás si hubiera mantenido mis nervios a raya habría tenido la oportunidad de hacerle a aquel mochuelo (Athene noctua) la fotografía que rememora mi retina y no la que cuelgo. No pudo ser. Voló más allá de la valla y se agazapó en una roca salpicada de musgo. 

Es lo que tienen las rapaces nocturnas… Me emborrachan, me embriagan.



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13 mayo 2013

El señor de Andújar II

a señor Iván


A veces, la vida te da sorpresas… 

Seguro que allí no iba a haber nada… El canto de un único pájaro atrajo mi atención… Me propuse buscarlo con la mirada cuando lo vi. Estaba en la otra orilla de aquel río, a un puñado de metros. Ni prismáticos, ni telescopio. Se veía a simple vista. No me refiero al vulgar pájaro que ya había volado de mi mente sino a nuestro ilustre felino.

No acertaba a decirle dónde estaba. Las palabras trastabillaban sin remedio. Mi ayuda brilló por su ausencia pero ella no tardó en verlo también.


La elegancia del lince (Lynx pardinus) nos embrujó. Hacía tres horas que lo habíamos visto por primera vez. Tres horas bastaron para que mutase la ecuación. La distancia que nos separaba de él era muchísimo menor, nos deleitó durante mucho más tiempo y mi corazón bombeaba a endiablada velocidad.


Sus ojos se cruzaron con los nuestros. Sé que nos vio, no albergo duda alguna. Era como si no le importase en absoluto. Siguió caminando lentamente, encaramándose a alguna roca, salvando algún tronco caído. Y río abajo desapareció.


Una pareja salió a nuestro encuentro. Caminaban río arriba. ¿Lo habéis visto? ¿Habéis visto al lince? Y casi no me creí cuando con una sonrisa articulé un monosílabo: sí.

07 mayo 2013

El señor de Andújar I

Ella juraba y perjuraba que lo había visto… Al acercar los prismáticos a sus ojos, apareció ante ella. Yo lo buscaba incesantemente con el telescopio. Ella no me sabía dar referencia alguna de donde estaba, no acertaba a indicarme junto a que encina (Quercus ilex) caminaba en aquel pequeño gran rincón de la sierra de Andújar.


Ella juraba y perjuraba que lo había visto. Su mirada desconsolada chocaba con mi incredulidad. Los votos matrimoniales no me obligaban a creerla, creo. Y por más que quisiera, y la quisiera, no la creía.

Miró de nuevo con los prismáticos y un destello de ilusión brilló en las lentes bajo aquel sol jienense. Allí estaba de nuevo… Porque era verdad. Verdad había sido minutos antes y lo era de nuevo. Y entonces, como Santo Tomás, me convencí y le pedí disculpas. Allí estaba el lince ibérico (Lynx pardinus), el señor de Andújar.


Ojalá hubiera estado más cerca…

Y, a veces, la vida te da sorpresas…

30 abril 2013

La vuelta de tuerca de Paqui y sus hermanas "novicidas"

Si hace unas semanas charlábamos con Vibrio cholerae de los elementos CRISPRs y Cas presentes en algunas bacterias y arqueas, hoy tenemos el disgusto de entrevistar a Francisella novicida.

Marco: Buenas tardes, Francisella.

Francisella novicida: Buenas tardes y, por favor, llámame Paqui.

M: Paqui, hace unos días has sido noticia…

Fno: Ay sí, estoy superentusiasmada.

M: Hace unas semanas hablamos con Vibrio y se mostró muy negativa…

Fno: Ay sí, la pobre no sabe vivir la vida.

M: ¿Tú sí?

Fno: Por supuesto, jajaja. ¡Carpe diem!

M: Paqui, ¿qué opinas de las que te acusan de ser una parásita?

Fno: ¿Qué voy a opinar? Que tienen razón, por supuesto, jajaja. ¿Qué malo hay?

M: Tus hermanas “novicidas” y tú infectáis células de mamíferos... ¿Estás orgullosa de provocarnos tularemia?

Fno: Por supuesto, no soy ningún alma caritativa.

M: Paqui, muchas compañeras tuyas tienen un sistema pseudoinmune CRISPR-Cas que consta de una biblioteca de fragmentos de DNA de fagos, vuestros enemigos víricos.

Fno: Así es. Es algo así como un historial médico de las enfermedades que vivimos en el pasado.

M: Cuentan que cuando el intruso os infecta de nuevo, echáis mano de ese historial y de las proteínas Cas para eliminarle.

Fno: ¿No es fantástico?

M: ¿No es más fantástico lo de tus hermanas y tú?

Fno: Por supuesto, jajaja. Una vuelta de tuerca.

M: El sistema para no ser infectadas os permite ser infectivas, ¿no?

Fno: Ay sí, es fabuloso. Nuestro sistema CRISPRs incorpora fragmentos del gen de nuestra lipoproteína. Cuando infectamos vuestras adorables células, silenciamos nuestro gen gracias a este sistema. Mejor permanecer calladitas, jajaja… De no silenciarlo, la lipoproteína nos delataría ya que sería detectada por vuestro sistema inmune.

M: Pero, ¿no te da miedo que vuestra estrategia se haya descubierto?

Fno: Estoy orgullosísima de que se sepa.

M: Pero, os pillarán…

Fno: Que hayan descubierto la estrategia no quiere decir que nos vayan a descubrir, querido.

M: Pero, Paqui, se abre una puerta a posibles vacunas…

Fno: Ay Marco, jajaja, eso está por ver. Sabemos callar cuando hay que callar, sabemos movernos con sigilo, sabemos escondernos de vosotros. ¡Somos tan ideales!

M: En fin… Muchas gracias, Paqui, por charlar con nosotros.

Fno: De nada, Marco. Cuídate.



Información tomada de: Eurekalert 
Imagen modificada de: Ojo Científico 
Entradas relacionadas: El escandalosorobo de los CRISPRs y las Cas

26 abril 2013

A lomos de Job

Estaban por todas partes… En los lomos de los ñues azules (Connochaetes taurinus), en los cuellos de las jirafas (Giraffa camelopardalis), en las cabezas de los hipopótamos (Hippopotamus amphibius). Los picabueyes (Buphagus sp.) estaban por todas partes.

Una cameloparda de Serengeti llevaba a cuestas a un picabueyes piquigualdo (Buphagus africanus) y, algo más abajo, a uno piquirrojo (Buphagus erythrorhynchus).


Otra compañera era agraciada con la compañía de dos juveniles de picabueyes piquirrojo (Buphagus erythrorhynchus).


También pudimos ver a algunos de ellos caminando por un sendero, protagonizando escenas de corte cómico, dando quizás un respiro a los grandes mamíferos.


No está tan claro que la relación que comparten con sus anfitriones sea puro mutualismo. Si bien es verdad que se alimentan de sus parásitos, todo parece indicar que hacen leña del árbol caído y no dudan, por ejemplo, en hurgar en heridas y captar algo de sangre. Sea como fuere, aunque fueran las almas más caritativas del universo africano, se me antojan pesados, cansinos, frente a la estoica y admirable paciencia de sus hospedadores. 

15 abril 2013

El picudo de la pinza

Caía la noche. La sopa esperaba en la mesa pero habría de seguir esperando. La señora de la casa había descubierto un posible gorgojo de las malvas (Lixus angustatus) hacía unos segundos. El picudo curculionido se aferraba a una pinza de la ropa que había quedado olvidada en el tendedero horas antes. Como en casos anteriores, una vez terminada la sesión fotográfica, el gorgojo tuvo que abandonar el patio y, por ende, la casa. La señora dice siempre que si ha de elegir entre sus plantas y esos bichos inmundos que las asolan, la balanza se inclina hacia las primeras. Bueno… No lo dice pero lo deja meridiano que, para el caso, es lo mismo.

12 abril 2013

La hipnótica cameloparda

Serengeti nos dejó también los alargados recuerdos de las jirafas (Giraffa camelopardalis). Las de largas pestañas nos deleitaron durante el safari y, de hecho, su poder hipnótico provocó que fuéramos víctimas de un hurto por no atender nuestras pertenencias debidamente… Pero bueno, eso es otra historia…

05 abril 2013

Kijani na nyeusi

Serengeti no es sólo la llanura sin fin. Es imposible evocar su recuerdo sin vislumbrar algunos árboles y matorrales desperdigados.

Famosas son sus cinematográficas mgungas (Acacia tortilis) que alternaban con bellos troncos retorcidos cuya especie desconozco.


También desconocida es la especie de este ejemplar de Cisticola, primo hermano de nuestro buitrón (Cisticola juncidis).


Bastante singular nos pareció el árbol de las salchichas (Kigelia africana) cuyas hojas, flores y frutos parecen pirrar a muchos vecinos del lugar.


Entre sus asiduos parroquianos se encuentra al parecer el bulbul naranjero (Pycnonotus barbatus), de oscura careta como el turaco enmascarado (Corythaixoides personata).


Sombrío antifaz llevaba el alcaudón dorsigris (Lanius excubitoroides) y tenebroso disfraz vestía el alcaudón pío (Urolestes melanoleucus).


Algo de sombra ocular tenía el cucal cejiblanco (Centropus superciliosus) y negra era la ojera del sisón senegalés (Eupodotis senegalensis).


Como negro era el lomo de aquel chacal (Canis mesomelas) que se nos quedó mirando aquel día en Serengeti.