18 diciembre 2009

Fotogramas de Santoña

Hace exactamente dos semanas estaba terminando de preparar el macuto para irme a Santoña con un par de amigos. La excursión estaba organizada por el colectivo SEO Monticola. Los Collados del Asón, Santoña, la bahía de Santander, Cabo de Ajo y las Hoces del Alto Ebro fueron los platos fuertes de esta empresa bien organizada en la que el número de especies de aves avistadas rondó el centenar. Podeis encontrar más detalles del viaje en la fabulosa crónica que ha sido colgada en el blog del grupo ornitológico Aegithalos. Os dejo con un videomontaje para ir abriendo boca.

16 diciembre 2009

Un rabilargo madrileño

Asuntos de palacio nos llevaron el domingo pasado a la villa de El Escorial. Cumplido el objetivo que nos habíamos propuesto, pusimos rumbo hacia Robledo de Chavela. En nuestro trayecto por la M-512, pudimos tomar contacto con el paraje de los "Encinares de los ríos Alberche y Cofio", entorno perteneciente a la Red Natura 2000.

Poco después, comiendo ya nuestro bocata, disfrutamos viendo como los rabilargos (Cyanopica cyanopica) cruzaban de uno a otro lado de la carretera, de encina a encina (Quercus ilex), de retama a retama (Retama sphaerocarpa). Aunque algo desenfocado, pudimos captar a uno de estos córvidos, cuando hizo una breve parada en unas ramas secas.



Equipo:
Nikon Spotting Scope RA III 82 WP
Ocular Nikon Spotting Scope WP 20-60x Zoom DS
Nikon Coolpix P5100
Adaptador Nikon FSB-6

Imagen recortada y retocada en PhotoShop

24 noviembre 2009

Excursión a Gallocanta

Hace una semana, hicimos una excursión a la laguna de Gallocanta (Zaragoza-Teruel). El fuerte viento dominical y otros contratiempos nos pusieron las cosas difíciles a la hora de observar aves con el telescopio.


Gallocanta y otras localidades circundan esta laguna endorreica en la que, en algunas zonas, un cordón de carrizo ejercía de frontera insalvable entre nuestro ojo y el personal emplumado. En otras, una zona de desierto fangoso bordeado por rosados matojos halófilos ostentaba idéntica función.


Como no podía ser de otra manera, las grullas (Grus grus) fueron las protagonistas del día. Entre las fotos que hicimos, una tiene cierto carácter artístico…


La laguna estaba repleta de otras aves, principalmente anátidas. Pudimos ver ánade real (Anas platyrhynchos), cuchara (Anas clypeata) y tarro blanco (Tadorna tadorna). Cuelgo una instantánea en la que salen ejemplares de éste último. Poco más se pudo conseguir ya que, entre la gente que correteaba y el vendaval que se declaró, el observatorio en el que nos encontrábamos parecía la casa de “Poltergeist”.


Al término de la jornada, un grupo de avefrías (Vanellus vanellus) se dejaron fotografiar. De poco sirvió el ingenio frente al fortísimo viento que no nos permitió ni sacar el telescopio del coche. Una foto y gracias.


El preludio de dos gripes provocó que abandonáramos el paraje antes de que llegara el ansiado momento en el que miles de grullas regresaban a la laguna al atardecer. Fuimos testigos mientras avanzábamos por la carretera. Lo pasamos bien pero todo se torció. Otra vez será.




Equipo:
Nikon Spotting Scope RA III 82 WP
Ocular Nikon Spotting Scope WP 20-60x Zoom DS
Nikon Coolpix P5100
Adaptador Nikon FSB-6
Canon IXUS 80 IS

Imágenes recortadas y retocadas en PhotoShop

14 noviembre 2009

Soy mutante, luego hablo

Era el principal sospechoso… Muchos pacientes con trastornos relacionados con la capacidad de locución tienen disfunciones en el gen Foxp2. Estaba en el punto de mira.

Investigaciones recientes han concluido que la proteína generada a partir de la variante humana de dicho gen actúa como un interruptor molecular que controla la expresión de más de un centenar de genes, activándolos o inhibiéndolos. Tal orquesta deriva en un patrón de expresión génica que se comporta como los cimientos moleculares sobre los que se asienta la capacidad de comunicación verbal de nuestra especie.

En el genoma de otros primates, Foxp2 también está presente. Sin embargo, estos animales carecen de dicha capacidad. La clave se encuentra en la secuencia génica de Foxp2. En la especie humana (Homo sapiens) el gen está mutado, generándose una proteína que varía en dos aminoácidos, respecto al péptido original. Cuando se produjo la mutación, hace medio millón de años, nuestra variante mutada pasó a intervenir en los procesos de cognición y de motricidad, así como en el desarrollo cerebral, facial y faríngeo. Se produjo, en definitiva, un caldo de cultivo que hizo germinar nuestra capacidad lingüística. Sin embargo, Foxp2 no fue la única pieza en este rompecabezas evolutivo. El gen requirió de la colaboración de cómplices.

Foxp2 es un gen que nos permite explicar la paradoja de por qué los genomas de especies muy diferentes resultan ser similares al secuenciarse. Supongamos que dicho gen, o cualquier otro, actúa sobre un número arbitrario de genes, constituyendo éstos una imagen a modo de mosaico. El patrón de expresión forjado podría generar diferentes figuras, diferentes respuestas, en función de quién lleve la batuta. Al fin y al cabo, la riqueza de los genomas no sólo reside en el número de genes y de variantes de éstos que alberga sino en cómo interactúan entre sí.




Información tomada de: NewScientist

30 octubre 2009

El extraño caso del ratopín rasurado

Raro. Así es el animal protagonista de una noticia con la que me topé el otro día. El ratopín rasurado (Heterocephalus glaber) es un mamífero ciego y lampiño que podría tener importancia en terapias biomédicas, dada su peculiar biología celular. Además de gozar de una longevidad de entre veinticinco y treinta años, el organismo del ratopín nunca desarrolla tumores.

En condiciones normales, las células ven inhibida su proliferación cuando contactan con otras células de su entorno. La razón de dicho comportamiento estriba en que las células cuentan con un mecanismo molecular de autocontrol que evita un crecimiento desmesurado. Por ello, cualquier fallo o alteración puede ser el preludio de un proceso tumoral. En el caso concreto del ratopín, el curso evolutivo le ha regalado un mecanismo adicional que, junto con el convencional, permite mantener a raya cualquier órdago carcinogénico. Sin embargo, las peculiaridades de este extraño roedor rosado no acaban aquí.


Como sucede con otros miembros de la familia de los batiérgidos, el ratopín rasurado es un mamífero eusocial. Al igual que ocurre con las hormigas (Formica sp.), sus colonias están basadas en un sistema de castas. En algún lugar de la intrincada de red de galerías que este roedor africano excava con sus propios incisivos, se encuentra una reina ratopina que, al parecer, perpetúa su trono gracias al cóctel de feromonas que se hallan en su orina. Sus súbditos son todos obreros y estériles, a excepción de dos o tres lacayos con los que se aparea. Cuando la reina muere, tiene lugar una lucha encarnizada entre las hembras de la colonia. Sólo una ostentará la corona.


Información tomada de: Público
Imagen tomada de:
Bitacorismo

17 octubre 2009

El buceador somolinero

El pasado lunes hicimos una excursión algo carente de rumbo por la provincia de Guadalajara. Nuestro inesperado destino final, ya por la tarde, fue el Monumento Natural “Sierra de Pela y Laguna de Somolinos”, un paraje kárstico de aceptable belleza al que volveremos. La nota ornitológica vespertina la puso un ejemplar de cormorán grande (Phalacrocorax carbo) que nos mostró sus extraordinarias dotes de buceo. Una foto fortuita resultó ser la mejor.



Equipo:
Nikon Spotting Scope RA III 82 WP
Ocular Nikon Spotting Scope WP 20-60x Zoom DS
Nikon Coolpix P5100
Adaptador Nikon FSB-6

Imágenes recortadas y retocadas en PhotoShop

04 octubre 2009

Pico rojo, cola roja

El pasado domingo fue una jornada pajarera desde que salió el sol hasta que este cedió su testigo a la luna. Tras acabar con la sesión de anillamiento, pusimos rumbo hacia el Parque Natural del Barranco del Río Dulce (Guadalajara). Allí pudimos disfrutar del telescopio y, además de buitres leonados (Gyps fulvus), nos deleitamos con las chovas piquirrojas (Pyrrhocorax pyrrhocorax) así como con un ejemplar de colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros). Cuelgo de ambos, vídeo y foto. En el vídeo de la chova, podemos ver cómo se desparasita frotándose contra las calizas como me confirmó un amigo ante mis sospechas…


Al caer la tarde, intentamos infructuosamente ver u oír al búho real (Bubo bubo). Aunque nuestros acompañantes habían disfrutado allí de él en variopintas ocasiones, el gran duque nos dio esquinazo una vez más. Al menos, pudimos contemplar esta bella estampa de nuestro satélite antes de volver a casa.




Equipo:

Nikon Spotting Scope RA III 82 WP

Ocular Nikon Spotting Scope WP 20-60x Zoom DS

Nikon Coolpix P5100

Adaptador Nikon FSB-6


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30 septiembre 2009

Mi favorito, su favorito

Dos fotos más, tomadas durante el anillamiento del pasado domingo, para cerrar el mes de septiembre…

En la primera posa un carbonero común (Parus major). Mi debilidad por él le ha llevado ya a figurar en varias entradas del rincón. Y si uno de mis pajarillos favoritos es el susodicho párido, el segundo, el petirrojo (Erithacus rubecula), lo es de mi querida alcarreña…


29 septiembre 2009

El mosquitero ibérico

Acostumbrado al amarillo icterino de los mosquiteros musicales (Phylloscopus trochilus) que había visto en las jornadas de anillamiento estivales, el mosquitero ibérico (Phylloscopus ibericus) se me antojó tostado. A pesar de su matiz otoñal, el ibérico también migra en estos días hacia tierras más cálidas para pasar allí el invierno, como ocurre con el musical y con el papialbo (Phylloscopus bonelli).

28 septiembre 2009

Amor adolescente

Ayer asistí de nuevo a una jornada de anillamiento del Grupo Aegithalos, cuyos pormenores podéis ya encontrar en el blog del colectivo. Entre las aves capturadas, destaco, en primer lugar, un macho y una hembra juveniles de curruca capirotada (Sylvia atricapilla). Los dos emplumados fueron partícipes de mi romántica fábula imaginada, perdiéndose entre los matorrales con sus anillas de compromiso. Mucho me temo que el viaje que les llevará a tierras africanas no llegará a buen puerto. Dicen que nada tiene que ver la velocidad con el tocino… Salvo en este caso. El cálido comienzo que está teniendo el otoño esta retrasando su marcha; una marcha para la que es indispensable tener unos depósitos de grasa con la que, según pudimos comprobar, no contaban nuestro par de tórtolos. Buena suerte… Os va a hacer falta.

23 septiembre 2009

Anadiómene


Ríe, llora, acabas de nacer. Abre tus alvéolos a la vida. Llena de fresca brisa de otoño tus pulmones, mientras esperas al resto de estaciones.

Mira a tu alrededor con tus curiosos ojos verdes. Deja atrás tu océano amniótico y despréndete de su calor pegajoso y sofocante. Vacía de cifras y letras tus neuronas y déjate empapar por la lluvia.

Siete, ocho, nueve meses… ¿Qué más da? Ya estás aquí. Lo importante era nacer. Lo importante era aprender. Disfruta de la luz, del agua y del cielo, de la hierba, de la arena del tiempo. Juega, duerme y despierta, camina, vuela, vive.

Bésame, abrázame, dame tu mano. Te quiero.

Torciendo el cuello para ver algo

El pasado sábado estuve practicando el arte del digiscoping desde mi ventana, tarea que en seguida se me antojo complicada por el abundante ramaje de aligustres (Ligustrum lucidum), pinos (Pinus pinea) y demás cortejo florístico asociado al parque ajardinado de mi vecindario.

Dos especies estivales de aves protagonizan esta entrada: una vista a todas horas y otra que nunca pensé que fuera vista. Es más, ni me lo había planteado.

El papamoscas cerrojillo (Ficedula hypoleuca) es un turista habitual en los veranos de mi jardín. Desafortunadamente, este verano no he tenido ocasión de ver a ningún macho con plumaje nupcial, como sí ocurrió el año pasado.


El torcecuellos (Jynx torquilla) es un piciforme atípico y discreto. A punto de marchar hacia África, el de la foto parecía apurar su estío buscando y capturando apetitosas hormigas. La instantánea es muy mala, lo sé, pero creo que merecía la pena colgarla. La alcarreña y el blogmaster del Grupo Aegithalos insistieron en que le hiciera un hueco en el rincón. Por cierto, este útlimo me comentó que me pasara por el blog del Grupo Alula para comprobar que lo de torcecuellos no es un apelativo casual…


Equipo:
Nikon Spotting Scope RA III 82 WP
Ocular Nikon Spotting Scope WP 20-60x Zoom DS
Nikon Coolpix P5100

Imágenes recortadas y retocadas en PhotoShop

14 septiembre 2009

Los cazadores de murciélagos


El mes de febrero toca a su fin en la región montañosa de Bükk (Hungría). También lo hace el letargo hibernal de los murciélagos enanos (Pipistrellus pipistrellus) y de los nóctulos medianos (Nyctalus noctula) que comienzan a revolotear en la cueva de Istallos-kói. Los tristes protagonistas de estas líneas son algunos de los primeros. Su estado físico es deplorable; su temperatura corporal, bajísima; sus movimientos, muy lentos. Son, en definitiva, presas fáciles.


Conscientes, quizás, de su delicada situación, los murciélagos enanos comienzan a chirriar para intimidar al personal. El plan siempre les ha funcionado ante la mayoría de sus depredadores. Sin embargo, uno de ellos les acecha fuera de la cuerva… Y está dispuesto a entrar.



A pocos metros, un carbonero común (Parus major) juega traviesamente entre las ramas de un árbol. Ha sido un invierno duro y tiene hambre. Va a tener suerte... Hace escasos segundos ha escuchado la señal que tanto ansiaba. Los sonidos procedentes de Istallos-kói no dejan lugar a dudas. Los murciélagos enanos han despertado…


Un grupo de sombras entra en la cueva. Los carboneros están a punto de mostrar su lado más siniestro. Uno de los quirópteros ve como sus compañeros más indefensos son capturados por los páridos. Algunos comienzan a devorar a los murciélagos enanos en la propia cueva. Otros se los llevan fuera para degustarlos segundos después. El enano peludo observa la escalofriante escena y confía en no correr la misma suerte. Un impacto en el patagio trunca sus deseos.

Tras derribar al murciélago, el carbonero comienza a picotear su cráneo. Así empieza el banquete.


Los científicos Péter Estók y Björn Siemers pudieron comprobarlo… No se trata de aves asesinas sino de aves hambrientas. No atacarían a los quirópteros si dispusieran de otro tipo de comida. Sin embargo, ya han disfrutado de este menú en muchas otras ocasiones… Existe ya un aprendizaje, una cultura… Saben que, cuando los murciélagos enanos intentan asustar, es porque están muy asustados…


Información tomada de:
Péter Estók, Sándor Zsebok and Björn M. Siemers. Great tits search for, capture, kill and eat hibernating bats. Biology Letters (1) 59-62 2010

Agradecimientos a Björn M. Siemers

Sonido tomado de: Animal Sounds Recording (Avisoft)

Imágenes y vídeo tomadoss de:
Wikipedia
Max Planck Society
Péter Estók, Sándor Zsebok and Björn M. Siemers. Great tits search for, capture, kill and eat hibernating bats. Biology Letters
(1) 59-62 2010

10 septiembre 2009

La madre que los paridó

En la última sesión de anillamiento a la que asistí, no lo pude evitar. En una de las visitas que hicimos a las redes, iba con mi cámara y vi al carbonero (Parus major) de la foto. He de reconocerlo, tengo pasión por los páridos.

Juguetones en las ramas; cabroneros o guerrerillos en las manos del experto anillador... La madre que los paridó a todos... A pesar de su mala leche, los aceptamos, con sus virtudes y defectos... Aún sabiendo que esconden un lado oscuro y siniestro...


Breve glosario de términos y expresiones

  • Cabronero: dícese del carbonero común (Parus major) cuando éste se encuentra en manos de un anillador. Acepción acuñada por el Presidente del Grupo Aegithalos.
  • Guerrerillo: dícese del herrerillo común (Parus caeruleus) cuando éste se encuentra en manos de un anillador. Acepción acuñada por el Presidente del Grupo Aegithalos.
  • ¡La madre que los paridó!: exclamación que denota la mala leche que se gastan los integrantes de la familia Paridae. Se trata de una expresión ideada por el Blogmaster de "El rincón de Marco".

07 septiembre 2009

El musical y el cerrojillo

Hace ocho días, el Grupo Aegithalos llevó a cabo una nueva sesión de anillamiento en Ledanca (Guadalajara), cuyos detalles podéis consultar, como siempre, en el blog de este colectivo. En esta ocasión, os lo recomiendo encarecidamente para ver por donde fueron los tiros…

Como era de esperar, cayeron bastantes ejemplares de especies migratorias que se dirigen, en esta época del año, rumbo al continente africano. Entre ellos, se prestaron a ser fotografiados un joven de mosquitero musical (Phylloscopus trochilus) y otro de papamoscas cerrojillo (Ficedula hypoleuca). El cerrojillo cierra la entrada…

03 septiembre 2009

La triste historia de una marioneta color turquesa

Una sentencia de mi abuelo dice que en el mar hay todo lo que hay en la tierra y mucho más. Lechugas de mar, caballitos de mar, lirios de mar… Incluso, virus de mar…

Los cianófagos son virus de tipo bacteriófago que infectan a unas algas procariotas unicelulares que responden al nombre de cianobacterias. Si los cianófagos hablasen… ¿Se imaginan? Se encontrarían con una cianobacteria en cualquier mar u océano y le espetarían: “¿Fotosintética tú? Tú no tienes ni idea de lo que es hacer fotosíntesis. Nosotros vamos a hacer de ti una auténtica máquina de producir oxígeno”. La cianobacteria perdería así su independencia, pasando a ser esclava de los crueles instructores.

Salvo por la capacidad parlante de estos dictadores víricos, encuentros como el referido no deben distar demasiado de la realidad… Según un reciente estudio, estos virus marinos albergan en su genoma las instrucciones necesarias para generar una maquinaria fotosintética ultraeficiente, una versión mejorada del denominado fotosistema I. Al parecer, el juguetito del fago acuático no se limitaría a captar electrones de aquellas proteínas integrantes de la cadena fotosintética sino que también podría obtenerlos de otros polipéptidos, produciendo mucha más de energía.

Así, cuando una cianobacteria es infectada, su fotosistema deja de estar operativo en favor del vírico. Como resultado, la cianobacteria se transforma en una factoría verde de exacerbada productividad, quedando el resto de sus funciones celulares relegadas a un tercer plano. Es la triste historia de una marioneta color turquesa a merced de los virus del mar.



Información tomada de: NewScientist
Imágenes originales del fotomontaje tomadas de:
ProPortal of Massachusetts Institute of Technology
Zyvex Labs
Entradas relacionadas: Los alvéolos del océano

31 agosto 2009

Los archifamosos lagos

Donde caben dos, caben tres...

Perteneciente al Parque Nacional de Picos de Europa, el archifamoso paraje de los Lagos de Covadonga fue otra de los lugares que visitamos durante nuestra corta estancia en Asturias.

En las fotos que cuelgo, se pueden ver tanto el lago Enol como La Ercina, ambos de origen glacial. Vacas (Bos taurus), cabras (Capra hircus) y chovas piquigualdas (Pyrrhocorax graculus) quedaron también inmortalizadas. Y sí, son chovas, no cuervos (Corvus corax)… Por mucho que la gente se empeñe.

26 agosto 2009

Cobijeru a doce minutos

Segunda entrada de nuestro pequeño viaje a Asturias…

En las cercanías de la localidad de Buelna y tras caminar los doce minutos que nos dijo un anglosajón que pasaba por allí, llegamos al Monumento Natural del Complejo de Cobijeru. Dos playas interiores, de las que sólo vimos una; dos cuevas, una de ellas conectada al mar; un arco de piedra y un bufón son los ingredientes de este espacio protegido.

Contando con la también playa interior asturiana de Gulpiyuri en nuestro álbum fotográfico, la de Cobijeru no nos pareció tan espectacular. Sin embargo, para gustos, los colores. En cualquier caso, merece la pena visitar el lugar por ver la impresionante galería kárstica que desemboca en el Cantábrico… Un impresionante túnel repleto de bellos elementos geológicos, en muchos casos tapizados de coloridas algas, en los que la linterna se hace indispensable.