19 septiembre 2007

Obreras y guerreras

Si algo les gusta a los avispones es un buen atracón de larvas de abeja melífera. Tanto es así que las colmenas de las de la miel son escenario frecuente de allanamientos de morada. Pero ellas, tan obreras como guerreras, no se quedan con los artejos cruzados. Desgraciadamente, a veces la colmena no pasa por su mejor momento y los avispones pueden causar estragos.

Corrían los años noventa cuando se descubrió que las abejas japonesas (Apis cerana japonica) rodeaban a su intruso cuando este planeaba ejecutar su particular infanticidio gastronómico. El comilón de esta historia nipona (Vespa mandarina japonica) terminaba por morir como consecuencia de la sofocante temperatura que se generaba en el corazón del tumulto.


Ahora, se ha comprobado que sus compatriotas chipriotas (Apis mellifera cypria) emplean un método similar. En este caso, las abejas rodean al avispón (Vespa orientalis) y lo aplastan hasta que muere por asfixia. Vamos... que los del Pressing Catch, al lado de la abeja Maya y sus amigas, no pasan de principiantes.

Información e imagen tomada de: NewScientist

A la cola de Europa

92 céntimos de euros por cabeza... Es lo que invertimos los españoles al año en investigaciones oncológicas. Así se desprende de un estudio realizado por el European Cancer Research Managers Forum (ECRM). Como se observa en el gráfico, estamos muy por detrás de la mayoría de nuestros vecinos europeos y de otros países del mundo. Luego, nos venderán que, en España, se investiga mucho... No hay que ser muy listo para darse cuenta de que mucho, lo que es mucho, va a ser que no.

Información tomada de: El Mundo
Gráfico modificado de: El Mundo

03 septiembre 2007

Casas con estilo propio

Sin palabras y con una sonrisa esbozada en mi cara... Así me he quedado al saber de la última moda que está haciendo estragos entre los neoyorquinos y, cada día, entre más gente, como diría mi admirado Matías... La verdad es que no sé en qué sección del blog colgar esta noticia...

Cuadros personalizados con el ADN del cliente o, si lo prefiere, con sus huellas dactilares. Para el salón o el dormitorio. Para donde usted quiera que para eso es su esencia. Además, siempre podrá dejarlo en herencia a sus hijos... Al fin y al cabo, es su material hereditario.



Más información en: El Mundo y DNA 11
Imágenes tomadas de: DNA 11