27 agosto 2008

Una, dos y tres... ¡Deshojinación!

Hace unos días, dos hermanos me hicieron llegar una bioprotesta. Se trata de un video filmado en tierras cántabras. ¡Dentro vídeo!


Lo que hemos visto es la liberación de vertidos sin depurar procedentes de una estación depuradora de aguas residuales en los acantilados de Belnoja, en la localidad de Noja. Navegando por Internet he visto que tal situación ya ha sido puesta de manifiesto por colectivos como Ecologistas En Acción o ARCA (Asociación para la Defensa de los Recursos Naturales de Cantabria). Según denuncian, con esta situación se infringe tanto la Ley de Costas como la Ley de Saneamiento y Depuración de Aguas Residuales de Cantabria. Además, atenta contra la salud pública de los bañistas de la cercana playa de Ris y desafía al Plan de Ordenación de Recursos Naturales del Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel.

En el video, podemos ver dos pescadores a la entrada del canal que forman los acantilados… Soy un ignorante de las artes de la pesca pero espero que los peces que picaran gozaran de buena calidad. Y es que, parece ser que, en este foco de mierda, podían verse peces. Según he leído en alguna web debe tratarse de mugílidos que, encontrándose en gran cantidad de biotopos, también gustan de estos ambientes degradados.

Me cuentan los hermanos que el olor era espantoso, nauseabundo, como aquel ascensor de nuestra infancia. Mi hermana diría: "una, dos y tres... ¡Deshojinación!"
Me puedo imaginar el hedor. Mejor dicho… Lo puedo apreciar. Miren si no el fotograma que he sacado del video del comienzo. De todas formas, les recomiendo que vuelvan a visualizarlo entero para ver la secuencia completa de los dos paseantes que andaban por allí.

16 agosto 2008

Caprimulgus ruficollis

El nanoadaptador galáctico


Bien podrían ser satélites, naves o cualquier otro tipo de engendros espaciales lo representado en la imagen superior. Nada más lejos de la realidad. Si les atraía más el tema sideral que lo que viene a continuación, no desesperen. Al menos, el asunto que traigo hoy presenta cierto tinte galáctico.

La susodicha imagen refleja el prólogo molecular de una enfermedad pandémica: el SIDA. En ella, el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) interacciona mediante la glicoproteína 120 con el receptor de CD4, localizado en la membrana celular del linfocito T. Acto seguido y de manera irremediable, las puertas del sistema inmune se abren de par en par ante este amo y señor vírico.

Congelemos esta imagen momentáneamente y centremos nuestra atención en uno de los colectivos más importantes del ejército inmune: los anticuerpos. Pertenecientes a la superfamilia de las inmunoglobulinas, estos polipéptidos son capaces de reconocer moléculas extrañas con una altísima especificidad. Para hacer frente a infecciones bacterianas de organismos como Salmonella o Escherichia coli, contamos con un auténtico arsenal de anticuerpos anti-Gal. Estas inmunoglobulinas reconocen la galactosa constituyente de elementos glucídicos que aparecen en la superficie de los citados patógenos. La interacción de esta galactosa con los anticuerpos anti-Gal desencadena una cascada inmunológica que acaba con estas bacterias indeseables.

Vistas ya todas las piezas que nos hacían falta, armemos el rompecabezas… Un equipo de investigadores del Karolinska Institute han diseñado un ingenioso nanoadaptador digno de aparecer en las trasnochadas teletiendas. En uno de sus extremos, presenta una estructura que imita a la región del receptor de CD4 a la que se une la glicoproteína 120. En el extremo opuesto, se encuentra el carbohidrato bacteriano con el monosacárido galactosa a la cabeza. Como se ve en el esquema inferior, el adaptador bloquea al VIH y atrae la respuesta inmunitaria hacia él.


En ensayos efectuados por este grupo sueco, la aplicación del adaptador a un cultivo de células humanas con el VIH en suspensión redujo en casi un 90% la tasa de infección. Pronto comenzarán los experimentos en roedores infectados con VIH. Por el momento, la cosa promete.


Información tomada de: NewScientist
Fotografía original tomada de: Internet Ray Tracing Competition

11 agosto 2008

Comeras gloria pero...

El nauseabundo olor fecal que desprendía aquel frigorífico me hizo emprender una huida hacia delante. Tal era su intensidad que tuve que desechar cuarto de jamón de York, para no poner en riesgo mi vida... Veremos cómo se resuelve el entuerto porque el foco sigue intacto... Mientras esperamos al desenlace y en honor a tal hedor, cuelgo aquí una bonita imagen de Escherichia coli. Teneis suerte de que no pueda pegaros un enlace al olor de la coliforme.


Imagen tomada de: Marler Blog

03 agosto 2008

Abejorros y asesinos en serie


Cuando los efectivos policiales se enfrentan a un asesino en serie, se hace preciso desentrañar el perfil geográfico que lo caracteriza. En la mayoría de los casos, los movimientos del criminal responden a un patrón espacial que favorece su detención. Sin embargo, conseguir este propósito se convierte una tarea ardua que transcurre contrarreloj… La próxima víctima ya toma forma en la compleja mente del homicida.



El comportamiento del asesino a la hora de matar es muy similar al que presenta el abejorro Bombus terrestris cuando busca su alimento. Este insecto himenóptero visita aquellas flores que se encuentran en un radio relativamente cercano de su colmena. Curiosamente, no se nutre de aquellas localizadas en sus inmediaciones, evitando así que parásitos y depredadores descubran donde se encuentra su morada.




Igualmente ocurre con el asesino en serie. Su “área de campeo” suele estar en las proximidades de su domicilio pero establece una zona de seguridad, en la que no comete sus crímenes. Esta estrategia le permite salvaguardar su inocencia frente a familiares, vecinos y conocidos.


Tales similitudes hacen pensar a criminólogos y biólogos del comportamiento que el estudio de patrones comportamentales de animales como el abejorro y su aplicación a casos de asesinatos en serie y otros delitos, puedan hacer parar a tiempo la temible cuenta atrás que lleva a un nuevo asesinato.