11 abril 2009

El silbido de la noche

Al llegar cada primavera, sus tonos aflautados nos atrapaban muchas noches. Los retales de cielo recortados entre las copas se llenaban de sus fugaces y silenciosas sombras pálidas.

La noche del pasado jueves, nuestro autillo (Otus stops) dejó de ser aquella misteriosa figura de la penumbra. Pudimos ver como su pecho se hinchaba al compás de sus dulces notas. El amarillo de sus ojos borró de un plumazo el vago recuerdo de un par de puntos brillantes en una rama perdida. Pusimos, por fin, cara al silbido de la noche.

No hubo foto al telescopio pero sí sin el. Afortunadamente, uno de los flautistas se posó a pocos metros del objetivo en un saliente de una falsa acacia (Robinia pseudoacacia). Aquí os cuelgo la foto y la melodía. No obstante, creo que lo mejor está por llegar.

Entradas relacionadas: Y descorchamos la luna…

07 abril 2009

De topillos y topos

¿Se acuerdan de la invasión de topillos que asoló las tierras castellano-leonesas los pasados años? ¿A que se les ha quedado el vago recuerdo de que ni el veneno podía con ellos? Sería escandaloso que fuera así ya que la minuta ascendió a más de veinte millones de euros…


Hace unos días, se hacía público un estudio demoledor: la plaga de topillos desapareció de manera natural como consecuencia de un colapso demográfico. Firmado por la Universidad de León, la Universidad Autónoma de Madrid, el IE de Segovia y el Instituto de Investigación de Recursos Cinegéticos, el informe concluye que el empleo de veneno no fue un factor determinante en dicha desaparición. De hecho, otras investigaciones, publicadas con anterioridad en otros países europeos, ponían de manifiesto la inutilidad de esta estrategia.

Retrocedamos en el tiempo… En los años 2006 y 2007, el crecimiento explosivo de las poblaciones de topillo campesino (Microtus arvalis) puso en jaque a la Junta de Castilla y León. Para erradicar la situación, se recurrió a la clorofacinona. Amparada en refranes como “burro grande, ande o no ande” o “más vale que sobre que no que falte”, la Junta aplicó en 2008 un segundo veneno, la bromadiolona, en áreas donde la tasa poblacional del roedor había vuelto a la normalidad. Por tanto, no sólo se emplearon los mal llamados fitosanitarios inserviblemente, cuando se produjo un crecimiento demográfico exacerbado de topillos, sino que, además, se siguieron usando cuando ya no existía plaga alguna.


Comentemos ahora los efectos colaterales de tan inteligente actuación… La administración de venenos afectó a muchas otras especies, algunas de ellas protegidas: ratón de campo(Apodemus sylvaticus), calandria (Melanocorypha calandra), ratonero (Buteo buteo), zorro (Vulpes vulpes), milano real (Milvus milvus)… Permítanme que haga un inciso para recordar que, en estos tiempos que corren, el término “protegido” no está reñido con el uso de venenos o, qué sé yo, la construcción de una macrourbanización. Sin embargo, estarán conmigo en que calificar algo de “protegido” queda muy bonito de cara a la galería, ¿verdad? Por eso, también se usaron rodenticidas en cinco ZEPAs (Zonas de Especial Protección de Aves) sin remordimiento alguno.

En cuanto a los agricultores, se les compensó con cinco millones y medio de euros, en concepto de pérdidas. Sin embargo, siempre según el estudio, la plaga no afectó de manera dramática al sector. Al parecer, 2007 fue el año con la producción más alta de patata, uva y cereales de la última década. Como, en mi fuero interno, no desconfío de las gentes del campo, casi hubiera merecido más la pena compensarles mejor si hubiera sido menester y no haber bombardeado el ecosistema agrario. No olvidemos que la Junta podría haber contado con los veinte millones de euros referidos al principio, un margen económico nada desdeñable.

Se suele decir que segundas partes nunca fueron buenas... La próxima explosión demográfica se espera para 2010-2011. ¿Se afianzará la ineptitud?


Información tomada de: El Norte de Castilla y PlataformaSinc
Imágenes tomadas de:
TodoPalencia y AvilaDigital

05 abril 2009

El pelotazo de Melo

Hace un rato he recibido en mi correo un enlace a un vídeo de Youtube... Un colega de la facultad, a quien, creo, no tengo el gusto de conocer, es el cantautor de un tema que no tiene desperdicio: "Me cago en la biología". Como vereis los del gremio, es imposible no coincidir con Melo, que así se llama el intérprete, en alguno de sus versos...

Hace ya algún tiempo colgué otro
vídeo, también de Youtube, que me mandó Quique. Lo tildaba de pelotazo discográfico pero el de hoy lo supera con creces. Por ello, me he tomado la licencia de convertirlo a mp3 y dedicarle una entrada. Es lo mínimo que se merece.

La sinfonía del mensajero