05 abril 2013

Kijani na nyeusi

Serengeti no es sólo la llanura sin fin. Es imposible evocar su recuerdo sin vislumbrar algunos árboles y matorrales desperdigados.

Famosas son sus cinematográficas mgungas (Acacia tortilis) que alternaban con bellos troncos retorcidos cuya especie desconozco.


También desconocida es la especie de este ejemplar de Cisticola, primo hermano de nuestro buitrón (Cisticola juncidis).


Bastante singular nos pareció el árbol de las salchichas (Kigelia africana) cuyas hojas, flores y frutos parecen pirrar a muchos vecinos del lugar.


Entre sus asiduos parroquianos se encuentra al parecer el bulbul naranjero (Pycnonotus barbatus), de oscura careta como el turaco enmascarado (Corythaixoides personata).


Sombrío antifaz llevaba el alcaudón dorsigris (Lanius excubitoroides) y tenebroso disfraz vestía el alcaudón pío (Urolestes melanoleucus).


Algo de sombra ocular tenía el cucal cejiblanco (Centropus superciliosus) y negra era la ojera del sisón senegalés (Eupodotis senegalensis).


Como negro era el lomo de aquel chacal (Canis mesomelas) que se nos quedó mirando aquel día en Serengeti.

 

2 comentarios:

claire95 dijo...

Me ha encantado tu blog, sobre todo, las fotografias. De todas.....me quedo con la del estornino soberbio. un saludo

Marco de Mesa Cáceres dijo...

Claire95, me alegro que te haya gustado el blog y las fotillos que cuelgo. Vuélvete a pasar por aquí cuando quieras.

Un saludo,

Marco