Tarangire no es sólo una sabana seca salpicada con baobabs (Adansonia
digitata) que guardan agua celosamente en su tronco. Su río homónimo discurre
por el parque y es lugar de reunión de cebras de Burchell (Equus burchelli), ñúes
(Connochaetes taurinus) y elefantes (Loxodonta africana), un trío omnipresente
durante todo el safari.
Precisamente varios paquidermos captaron nuestra atención en
múltiples ocasiones. Fue espectacular verlos alimentarse, caminar o enlodarse a
un puñado de metros.
En las orillas del Tarangire o en pequeños remansos de agua
pudimos ver limícolas como la cigüeñuela común (Himantopus himantopus), el
archibebe fino (Tringa stagnatilis), el correlimos menudo (Calidris minuta) y
el correlimos tridáctilo (Calidris alba).
No sólo limícolas disfrutaban de la cercanía del líquido
elemento. Un par de agapornis cabecinegros (Agapornis personatus) bebía
ávidamente de un charco y un ave martillo (Scopus umbretta) nos veía pasar con
el todoterreno, apostado en una piedra.
De manera curiosa nos miraban un pequeño dic dic de Kirk
(Madoqua kirkii) y una de las numerosas y elegantes jirafas (Giraffa
camelopardalis) del parque.
Tampoco nos quitaba ojo un macho de avestruz (Struthio
camelus) que parecía buscar algo para echarse al buche, aunque no tengan, buche me refiero. Menos
desafiante se mostraba una hembra cercana.
También de cuellos llamativos, aunque no por su longitud,
nuestro objetivo captó una pintada común (Numida meleagris) y un francolín
gorgiamarillo (Francolinus leucoscepus).
Otras aves fotografiadas fueron el avefría armada
(Vanellus armatus), la tórtola senegalesa (Streptopelia senegalensis) y una
hembra de toco piquinegro (Tockus nasatus).
Especialmente bonito me pareció el papamoscas plateado
(Empidornis semipartitus). No puedo decir lo mismo de la carraca lila (Coracias
caudata). Para más inri, a ésta le faltaba parte de la cola.
Tierra de baobabs, tierra de contrastes. Tarangire legó, a
nuestro álbum, recuerdos grandes, como este impresionante termitero o este
ejemplar de eland (Tragelaphus oryx)…
… y diminutos como los bellos abejarucos
chicos (Merops pusillus).
3 comentarios:
Que envidia... vaya paisajes y vaya animales más chulos...
me encantan los elefantes, la jirafa y... tengo que decirte que a mi la carraca lila me parece una pasada de bicho...
Un abrazo
Pero es un poco hortera... ¿No prefieres el abejaruco, por ejemplo? No tiene parangón...
Un abrazo
a mi me gusta mucho la carraca... para gustos los colores... el abejaruco también es muy chulo... de todos modos lo que más me gustaría ver en libertada es a los grandes mamíferos...
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