25 febrero 2013

El cráter inabarcable II

En la caldera de Ngorongoro hervía la vida. La intermitente lluvia parecía activar a sus variopintos habitantes. Una alondra nuquirrufa (Mirafra africana) se desgañitaba sobre una roca mientras un ejemplar de archibebe común (Tringa ochropus) trajinaba de charco en charco.


También volaban, paseaban y revoloteaban varias avefrías coronadas (Vanellus coronatus). Más tranquilo parecía estar un empapado bisbita africano (Anthus cinnamomeus).

 

Paseaban también una elegante grulla real gris (Balearica regulorum), un pizpireto sisón ventrinegro (Eupodotis melanogaster) y un barbudo macho de avutarda de Kori (Ardeotis kori).

 
 
No todo era desfilar. Un cucal cejiblanco (Centropus superciliosus) estaba posado en el ramaje y un bello busardo augur oriental (Buteo augur) posaba de esta guisa. El busardo desconocía que su instantánea cerraría un texto y auguraría inminentes sorpresas en este rincón…

 

0 comentarios: