Del cerdo, hasta los andares y de las olivas, hasta los huesos... Al menos, eso es lo que han debido pensar en Cazorla (Jaén).
La piscina olímpica municipal de esta localidad logra su climatización gracias al calor generado por una caldera que emplea, como combustible, huesos de aceituna. El ahorro energético, frente al consumo de gasoil, es de 65 % y, por tanto, nada despreciable.
Sin duda, nos encontramos ante una nueva alternativa para todos aquellos huesos que no quieran verse involucradas en competiciones de lanzamiento.
Fuente: Periódico Jaén
La piscina olímpica municipal de esta localidad logra su climatización gracias al calor generado por una caldera que emplea, como combustible, huesos de aceituna. El ahorro energético, frente al consumo de gasoil, es de 65 % y, por tanto, nada despreciable.
Sin duda, nos encontramos ante una nueva alternativa para todos aquellos huesos que no quieran verse involucradas en competiciones de lanzamiento.
Fuente: Periódico Jaén
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