Nuevamente, la oscura actividad furtiva acecha a nuestro oso (Ursus arctos). Esta vez, sin embargo, lo hace de manera directa, cosa poco usual.
Hace poco más de una semana, miembros del colectivo FAPAS (Fondo para la Protección de los Animales Salvajes) descubrieron cinco trampas posicionadas estratégicamente para capturar de manera exclusiva al plantígrado. El hallazgo se produjo en el Parque Natural de Somiedo mientras la asociación efectuaba labores de plantación destinadas al abastecimiento de estos mamíferos.
Si bien con trampas dirigidas a otros animales, los osos pueden salir vivos tras haber sido interceptados, el desenlace cambia cuando se topan con artilugios diseñados especialmente para ellos.
Ocurrió algo similar hace unos quince años. Ahora, de nuevo, el miedo salpica Somiedo en forma de acero macabro.
Información tomada de: Fapas
Hace poco más de una semana, miembros del colectivo FAPAS (Fondo para la Protección de los Animales Salvajes) descubrieron cinco trampas posicionadas estratégicamente para capturar de manera exclusiva al plantígrado. El hallazgo se produjo en el Parque Natural de Somiedo mientras la asociación efectuaba labores de plantación destinadas al abastecimiento de estos mamíferos.
Si bien con trampas dirigidas a otros animales, los osos pueden salir vivos tras haber sido interceptados, el desenlace cambia cuando se topan con artilugios diseñados especialmente para ellos.
Ocurrió algo similar hace unos quince años. Ahora, de nuevo, el miedo salpica Somiedo en forma de acero macabro.
Información tomada de: Fapas
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