30 abril 2011

El nido del trepador

Fue hace ya tres semanas cuando, aprovechando una jornada de pesca familiar, opté por desempolvar el telescopio y otear la ribera. Pero quien mucho abarca, poco aprieta... Y así fue como casi enloquecí en el Tajuña... Imposible seguir con mis lentes tanto bicho alado, tanto pajarillo inquieto.

Y entonces, inmerso aún en tal vorágine confusa, advertí que un trepador azul (Sitta europaea) iba y venía. Cuando comencé a observarle detenidamente me di cuenta de que ya tenía una historia. El resto de la escena se diluyó repentinamente, transformándose en un leve ruido de fondo, dejando al trepador como único protagonista de una crónica que surgió de la nada. O del todo.

Las piezas del rompecabezas encajaron solas, una a una. Los vuelos de aquí para allá, el picoteo de amentos de un sauce cercano, un nido en las alturas emisor de agudas demandas... El eterno relato, viejo como el mundo, del que se afana en dar de comer a sus crías, uno de los muchos que confluían aquella mañana en el Tajuña.



Equipo:

Nikon Spotting Scope RA III 82 WP
Ocular Nikon Spotting Scope WP 20-60x Zoom DS

Nikon Coolpix P5100

Adaptador Nikon FSB-6


Imágenes recortadas y retocadas en PhotoShop

3 comentarios:

Paroaria dijo...

Hola Marcos:

Con tu vivencia me hiciste recordar a las caminatas por los monte y las lagunas, binoculares y guía en mano.
Cuando se observa el frenesí de los padres alimentando a las crías enseguida caes en la cuenta de lo que está pasando y es algo particularmente atractivo de ver. El movimiento de los padres es mayor cuando se trata de pájaros pequeños como la tacuarita (Troglodytes aedon)un ave insectívora de 9cm que debe alimentar a un morajú (Molothrus bonariensis) casi el doble de su tamaño, un ave parásita... algo similar al cuco en Europa.
Una pregunta ¿el trepador es un carpintero o sólo usa nidos abandonados?
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Muy chula la entrada Marco!!! y, como siempre, la forma de contarlo...
La verdad es que da gusto salir al campo en este tiempo (bueno, siempre, jejeje)... basta con acudir a cualquier soto para verte envuelto por bichos moviéndose de acá para allá y por cantidad de cantos y reclamos...

Un abrazo

Marco de Mesa Cáceres dijo...

Paroaria, querido Anónimo,

Muchas gracias por vuestros comentarios. Paroaria, el trepador azul no es un pícido, aunque más sabe de ésto "Anónimo", sin duda.

Anónimo, intentaré salir al campo más, jeje. A ver si próximamente puedo...

Un abrazo a los dos.