El rosario de despropósitos

La información, poco difundida, de la aparición de un cadáver decapitado de oso pardo cantábrico (Ursus arctos) en el Parque Natural de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre (Palencia) ha sido la última cuenta del rosario de despropósitos del que he tenido noticia en los últimos tiempos. Detrás de una larga ristra de titulares, se esconde una realidad escandalosa que ha llevado a varias plataformas y asociaciones conservacionistas a solicitar al Gobierno la retirada provisional de determinadas competencias a la Junta de Castilla y León, concretamente, aquellas vinculadas tanto a la conservación como a la vigilancia, de las especies amenazadas y sus hábitats.

Líneas arriba se vislumbraba la difícil situación del oso cantábrico. Una de las mayores amenazas a las que se enfrenta el plantígrado es la fragmentación de su población en dos núcleos aislados. La subpoblación occidental, en la zona asturleonesa, cuenta con cien ejemplares. La oriental, localizada principalmente en el mencionado parque natural, alberga un colectivo de tan sólo veinticinco individuos. Tal aislamiento está condenando al oso a sufrir un alto grado de consanguinidad que hace temer por la viabilidad de esta joya cantábrica. Por otra parte, el furtivismo es otra de las abominables garras que están acabando, a zarpazos, con las comunidades oseras. En los últimos diez años, trece han sido los osos muertos, en la Cordillera Cantábrica, víctimas del furtivismo, nueve de ellos en territorio castellano-leonés. De estos, seis pertenecían al núcleo oriental. Asimismo, ejercen también de verdugos factores como la pérdida de su hábitat o la excesiva actividad cinegética.




En un primer momento, se podría uno asombrar de que esté ocurriendo esto en un espacio natural que, para más inri, forma parte de la Red Natura 2000. Sin embargo, se trata, simplemente, de la tónica general que, al parecer, caracteriza a la Junta en el terreno medioambiental. A continuación, cito algunas de las razones que han motivado la solicitud reseñada al inicio. Tomen papel y lápiz… Gestión nefasta de las poblaciones de oso pardo, carencia de Plan Rector de Uso y Gestión en el Parque Natural de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre, denuncia por parte del SEPRONA contra un ex consejero de Medio Ambiente por practicar el furtivismo, instalación de parques eólicos en áreas de distribución del urogallo (Tetrao urogallus cantabricus), nombramiento de un imputado por presunto delito ambiental como Jefe del Servicio Territorial de Medio Ambiente de León, eliminación injustificada de ejemplares de lobo ibérico (Canis lupus signatus), envenenamiento incoherente y reiterado de topillos (Microtus arvalis), tala ilegal de árboles en Navas del Marqués, incumplimiento de la órdenes judiciales de cierre de las minas a cielo abierto de la provincia de León… Ante este panorama, poco, o nada, extrañan datos como los mostrados en la tabla superior. Sin embargo, habrá quien no vea razones de peso para que se ejecute la medida solicitada. Al fin y al cabo, la conservación de las especies y de sus hábitats se disuelve de maravilla en los lodazales políticos y burocráticos.



Información tomada de:
Fapas

Imágenes tomadas de:
La Ruta Natural