26 septiembre 2006

Camino de Santiago

La noite tiene los minutos contados. Miles de meigas se apresuran para refugiarse en los rincones más oscuros de las fragas galegas. Las olas de niebla llegan a la orilla de los albergues jacobeos. Las literas quedan vacías de nuevo. El peregrino calza sus botas y echa andar. Como ayer. Como mañana. Destino: Santiago de Compostela.

1 comentarios:

Chema dijo...

Como si fuera un recuerdo compartido, nosotros también hemos vivido esos momentos. Algo tiene el camino que engancha y te lleva. Te lleva casi aislado de tu mundo rutinario y a la vez te abre espontáneamente hacia todo. Esa es una de las razones del Camino; que descubres otras realidades, y dejas de mirarte al ombligo, y te recuerda que eres único, pero eres otro más.
Somport-Santiago. Año 2008
(25 años compartidos. Aurora y Chema)