La noite tiene los minutos contados. Miles de meigas se apresuran para refugiarse en los rincones más oscuros de las fragas galegas. Las olas de niebla llegan a la orilla de los albergues jacobeos. Las literas quedan vacías de nuevo. El peregrino calza sus botas y echa andar. Como ayer. Como mañana. Destino: Santiago de Compostela.
1 comentarios:
Como si fuera un recuerdo compartido, nosotros también hemos vivido esos momentos. Algo tiene el camino que engancha y te lleva. Te lleva casi aislado de tu mundo rutinario y a la vez te abre espontáneamente hacia todo. Esa es una de las razones del Camino; que descubres otras realidades, y dejas de mirarte al ombligo, y te recuerda que eres único, pero eres otro más.
Somport-Santiago. Año 2008
(25 años compartidos. Aurora y Chema)
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