Poco después de colgar ayer las instantáneas del torcecuellos (Jynx torquilla) en el rincón, tras quedar mi hot-spot sumido en la sombra, un mirlo (Turdus merula) saltarín captó mi atención. No sólo se me antojó excéntrico por el aspecto algo cómico que le otorgaba la calva que lucía sino, también, por la leucina pluma de su ala izquierda. Mientras le hacía, divertido, algunas fotos, no pude dejar de acordarme del mirlo blanco que inmortalice hace algo más de un año.
Equipo:
Nikon Spotting Scope RA III 82 WP
Ocular Nikon Spotting Scope WP 20-60x Zoom DS
Nikon Coolpix P5100
Imágenes recortadas y retocadas en PhotoShop
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Ocular Nikon Spotting Scope WP 20-60x Zoom DS
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2 comentarios:
Otro mirlo calvo, jeje... es justo ahora cuando la mayoría de individuos de esta especie están mudando sus plumas...
En las últimas jornadas de anillamiento TODOS los mirlos que hemos cogido estaban "calvos", teniendo un aspecto cuanto menos curioso y poco atractivo... en pocos días luciran sus mejores galas, con plumajes nuevos e impolutos...
Por cierto, tienes imán con los leucísticos, jejeje...
Un abrazo dóctor
En cuanto a su poco agraciada calva, menos mal que nada es eterno...
Y en cuanto a lo de leucístico... A ver, leucístico, leucístico... Tenía una pluma sólo... No me las voy a dar ahora de ver mirlos leucísticos por doquier, jeje.
Un abrazo y muchísimas gracias por tu comentario.
Marco
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