Poco se habla del tema pero está de actualidad... Trampas y venenos acechan cada día la vida de nuestros osos (Ursus arctos). La última víctima fue captada ayer por una de las cámaras colocadas en Proaza (Asturias) por Fapas (Fondo para la Protección de los Animales Salvajes). El ejemplar presentaba cicatrices en su cuerpo, recuerdo de la lucha que, en algún momento no muy lejano, debió entablar con una trampa de acero cuyo destinatario era un jabalí... Sin embargo, otros individuos no corren la misma suerte. En algunas ocasiones, se han avistado hembras con sus oseznos; oseznos que, tiempo después, desaparecían del mapa... Y es que no todos pueden escapar de la zarpa furtiva.
No hace ni una semana que se dieron a conocer los resultados de una necropsia practicada a un oso que fue hallado muerto hace un año por el CSIC (Centro Superior de Investigaciones Científicas) en el concejo asturiano de Somiedo. El oso no murió de muerte natural sino de muerte cerebral. El causante fue un alcaloide denominado estricnina...
Ante este panorama desolador, es de vital importancia el papel de organismos como Fapas o la Fundación Oso Pardo. Un miembro de ésta última nos dijo que “todos hacían un poco de todo”. Concienciación, educación, muestreos, retirada de trampas... Cualquier medida es poca para preservar al oso pardo.
No hace ni una semana que se dieron a conocer los resultados de una necropsia practicada a un oso que fue hallado muerto hace un año por el CSIC (Centro Superior de Investigaciones Científicas) en el concejo asturiano de Somiedo. El oso no murió de muerte natural sino de muerte cerebral. El causante fue un alcaloide denominado estricnina...
Ante este panorama desolador, es de vital importancia el papel de organismos como Fapas o la Fundación Oso Pardo. Un miembro de ésta última nos dijo que “todos hacían un poco de todo”. Concienciación, educación, muestreos, retirada de trampas... Cualquier medida es poca para preservar al oso pardo.
0 comentarios:
Publicar un comentario