17 noviembre 2006

Asedio celular

Hoy en día, hasta los estudiantes de Biología introducimos DNA en células. No es algo raro en los laboratorios sino todo lo contrario...

Cuando se pretende integrar un fragmento de DNA en el genoma de un organismo se obtiene un transgénico, siempre que se consiga.

Los métodos para llevar a cabo este proceso denominado transformación son múltiples pero los investigadores han de pelearse con resultados poco eficientes y altas tasas de mortalidad entre las células transformadas.

El tiempo dirá si un nuevo procedimiento ideado por el equipo de Dong Cai tiene éxito en el futuro y se hace un hueco entre los actuales. Lo que no se les puede negar es la originalidad...

La clave reside en el uso de nanotubos de carbono de 40 nm de diámetro y de una longitud variable: entre 1 y 20 micras. Dicho nanotubo está acoplado a una partícula de níquel magnetizada. El DNA se asocia a los nanotubos mediante un enlace amida catalizado por la carbodiimida. De ésta manera, se constituye una estructura a modo de flecha que adquiere energía cinética gracias a un agitador magnético que gira a 1200 rpm.

Tras el asedio a las células, estas quedan transformadas con gran eficiencia y viabilidad, al menos en ensayos en los que se empleaba una línea tumoral. En células del bazo y neuronas corticales, los resultados fueron más discretos. Para hacer un seguimiento de las células transformadas se recurrió a una variante de la proteína verde (GFP), de ahí el color de la imagen.

La nueva técnica, como no podía ser de otra forma, plantea interrogantes. ¿Cómo puede mejorarse la eficiencia? ¿Pueden ligarse los nanotubos a otras moléculas? Se admiten apuestas.


Fuente:
“Like Amazon Indians”. Hubert Rehm. Lab Times, 3, 48-49, September/October 2006

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