01 enero 2009

La brújula

Empieza un año que huele a cambios convulsos, a marejadas mentales y viscerales. Me siento como un gusano atrapado en un capullo que le viene ya pequeño; como un insecto palo en una muda vieja.

Atrás dejo un año más bueno que malo porque fue mejor que los anteriores, porque fue progresando adecuadamente de un invierno a otro. Un año donde quizás haya conocido algunas de las cosas más podridas de nuestra granada sociedad. Harto en estos últimos tiempos de verla desde la óptica microscópica he ideado un ocioso plan de escape que pronto descubriréis si estáis atentos. Sin embargo, mucho me temo que también tendré que afrontar dicha podredumbre cara a cara. No obstante, en peores plazas he toreado y aquí estoy. Eso sí, no pienso quedarme parado. Ventana que pueda abrir, ventana que abriré… Que mucha es la mierda a airear.

Sinceramente, no sé si este será un año grande o uno del montón. Yo creo que va a ser decisivo pero habrá que esperar… En algunos aspectos mi brújula apunta al norte y, en otros, parece girar descontroladamente… O quizás esté parada... Tiempo al tiempo… Afortunadamente, cuento con gente a mi lado y sigo teniendo esos ojos a los que mirar; unos ojos en los que se refleja el futuro que quiero…

Desde aquí os deseo a todos lo mejor para 2009. Feliz año nuevo.

0 comentarios: